Tuesday, September 28, 2010

Pajaro de Fuego

De noche, cuando esta bien oscuro y el Universo parece estar en pausa, puede ser que me veas si miras arriba con atencion: soy un Pajaro de Fuego y vuelo persiguiendo mis demonios para erradicarlos con mi luz.

No siempre fue asi, hubo un tiempo en que mi vuelo consistia en huir de ellos tan rapido como me daban las alas, pero terminaba exhausto y no era feliz. Dejaba que mis demonios definieran mi vuelo, hasta que un dia me tocaron y me di cuenta que el ardor no era nada comparado con el sentimiento de terror que me habia imaginado todo ese tiempo, en ese momento supe de lo que era capaz.

El vuelo ha sido el mismo, solo que ahora en vez de huir de ellos, los persigo con fervor y dedicacion, con confianza y seguridad, ahora que se agarren, que voy con FE DE HIERRO!

Cada vez que cae la noche y aparecen los demonios, mira hacia arriba y ten la certeza que esa luz que viste pasar no fue una estrella fugaz, soy YO, el Pajaro de Fuego persiguiendolos.

El vuelo es el mismo, solo cambia la ACTITUD. Tu escojes: tienes miedo? o tienes FE?

Vuela alto con la determinacion y seguridad de saber que DIOS esta a cargo.

y El te Bendice
Feliz semana

2 comments:

  1. No soy como el pájaro de fuego
    en llamas se esfumaría
    tu mirar incandescente
    demonios en trance

    no tengo miedo
    mi fe
    está hecha de versos

    Nací en la cima de una montaña y en lo alto en la cima, allá en lo alto,


    donde el aliento de las estrellas me rozaba y me sentía casi en el cielo
    o en el mismo cielo.

    Me llamo azulejo porque soy un pájaro azul como el cielo y las
    estrellas y como el mar que no conozco. No sé si las estrellas sean
    blancas o azules como mis sueños o como el mar que nunca he visto,
    pero sé que lo son y no lo son.

    Claro que cuando nací no me importaba ni el blanco ni el azul, ni
    siquiera aquel cielo tan cercano, ni el aliento de las estrellas que
    me rozaba. Vivía libre y feliz en el verde mar que es la montaña.

    Y yo casi era verde como las hojas y las palmas.
    Verde-azul, verde-mar, verde-montaña y siempre azul y verde-rojo-azul
    y blanco como cuando el sol se pone y nos sorprende en la mañana.
    Y amarillo, como un girasol pequeñito e inmenso que quiere y no puede salvarnos.

    Y era todo eso y no era, pero acabé siéndolo y no.

    Me encerraron en una jaula, como les dije, y me pusieron a la venta.

    Y no vi más el verde mar que es la montaña, sólo un pobre retazo de cielo
    a través de edificios desahuciados. Perdí la noción de los colores y las plantas y no canté más.

    Porque olvidé decirles que allá en lo alto, en la cima, yo cantaba
    y también estaba enamorado, de una pájara muy pinta,
    su trinar acompañaba mi canto revoloteando mi corazón

    Desde entonces, me paso los días mirando la calle tras las rejas
    y ese pobre pedazo de cielo, que no siempre es azul.
    Mucha gente que pasa se detiene a contemplarme,
    a mí y a mis demás compañeros a la venta.

    Un día, un niño vino a verme, me miró sonriendo y preguntó "Y canta?"
    Por qué parece triste?".
    Entonces toda la nostalgia, la tristeza, el amor y mi canto prisionero
    se escaparon de mi pecho y canté y canté y las rejas de mi jaula se rompieron
    y volé y estaba casi en el cielo y el aliento de las estrellas me rozaba,
    la cima me saludaba alegremente y volaba y volaba y llegué al mar que no conozco
    y lo vi tan azul, tan infinito, que sentí y grité que era poeta, que sólo era poeta
    porque sentía y gritaba que el mar era sencillamente grande.

    Pero el ruido-gris-ciudad-despiadada me devolvió mi pedazo de cielo desahuciado
    y entonces era como una estrella triturada y volví a ser triste, aunque no tanto
    porque a veces, de a ratos, todo eso se arrebata aquí en mi pecho
    y canto y vuelo y vuelvo a ver el mar y las estrellas.

    Aquí estoy lejos de mi mar y cada vez más cerca de las estrellas
    Juvenal la Rosa

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